Las revistas eróticas son publicaciones que se centran en temas sexuales y eróticos, y suelen incluir fotografías, ilustraciones y artículos que exploran la sexualidad humana. A menudo se consideran una forma de pornografía suave o sensual, en contraste con la pornografía más explícita y gráfica.

1. La historia de la fotografía de desnudos es la historia de la fascinación que sentimos por esta temática. En realidad, la inmortalización fotográfica del cuerpo humano lleva más de 150 años cautivando a fotógrafos, teóricos y consumidores, más que ningún otro género.
Las revistas eróticas surgieron a finales del siglo XIX y principios del XX, y sus primeras ediciones se centraban principalmente en la literatura erótica y la ilustración. En la década de 1950, con la popularización de la fotografía en color, las revistas eróticas comenzaron a incluir cada vez más fotografías y a convertirse en publicaciones más visuales.

2. A través de lo clásico, lo juguetón y lo provocativo, repasa las composiciones, posturas y juegos de roles de este género tan poco explorado. Muestra la obra de destacados maestros como Herbert List, George Platt Lynes o Robert Mapplethorpe, así como el barón Wilhelm von Gloeden, famoso por sus imágenes homoeróticas de jóvenes desnudos en posturas clásicas en Sicilia.
Durante la década de 1960 y 1970, las revistas eróticas se popularizaron aún más, y se convirtieron en un elemento básico de la cultura popular. Algunas de las revistas eróticas más famosas incluyen Playboy, Penthouse, Hustler y Oui.

3. Esta obra incluye fotógrafos nóveles como Gregory Bojorquez, Jo Schwab, Tomohide Ikeya, Frédéric Fontenoy, Andrew Pashis o Jan Hrónsky y artistas consolidados de la talla de Guido Argentini, Bruno Bisang, Eric Kroll y el difunto Bob Carlos Clarke. También aparecen varias mujeres excepcionales, como la estrella del cine erótico Kimberly Kane, la pionera digital Natacha Merritt, la skater y amante del heavy metal Magdalena Wosinska, la autorretratista Jody Frost y la artista de la cubierta, April-lea Hutchinson.
Con la llegada de internet, la popularidad de las revistas eróticas impresas disminuyó, aunque aún existen algunas publicaciones que se mantienen en circulación en la actualidad, como Playboy y Penthouse. Además, muchas revistas eróticas han migrado al formato digital, y se pueden encontrar en línea en forma de revistas digitales o sitios web que se centran en el contenido erótico.

4. Araki, que describe sus fotografías de mujeres atadas como “una colaboración entre los personajes tratados y el fotógrafo”, busca acercarse a sus personajes femeninos a través de la fotografía, subrayando el papel que juegan las conversaciones entre las modelos y él mismo. En su tierra natal, Japón, muchas mujeres rinden culto a Araki al sentirse liberadas por su disposición a fotografiar la expresión de su deseo.
La fotografía erótica ha existido desde la invención de la fotografía en el siglo XIX. Sin embargo, su desarrollo como género artístico se ha dado principalmente en el siglo XX. Durante la década de 1920, la fotografía erótica se popularizó en Europa con el surgimiento de movimientos artísticos como el surrealismo y el dadaísmo. En la década de 1950 y 1960, la fotografía erótica se convirtió en un género popular en Estados Unidos, con la aparición de revistas como Playboy y Penthouse.

5. Desde el amanecer de los tiempos, desde Adán y Eva, todos los artistas de cualquier época —fueran egipcios, griegos y romanos de la Antigüedad o nombres famosos más recientes como Rembrandt, Courbet, Degas o Picasso—, han sucumbido a sus fantasías, obsesiones y libido, y han producido obras eróticas que los censores decidieron mantener apartadas del público.
En la actualidad, la fotografía erótica sigue siendo un género popular, y ha sido explorada por artistas de todo el mundo. Muchos fotógrafos han utilizado la fotografía erótica como una forma de explorar temas de sexualidad, género, identidad y poder.

6. Hombres juguetones, mujeres sensuales. Desde los inicios de la fotografía nos ha gustado hacer todo tipo de tonterías delante de la cámara. Este libro presenta algunas de las mejores joyas del neoyorquino Mark Rotenberg, quien comenzó a recopilar fotografías antiguas subidas de tono tras encontrar una colección de imágenes eróticas vintage en un contenedor de Brooklyn. Hoy posee un formidable archivo con 95.000 imágenes pornográficas hechas de entre 1860 y 1960.
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