¿Por qué somos cyborgs de baja definición?

Los cyborgs de baja definición del mundo desarrollado y el mundo pre-tecnológico subdesarrollado

En la actualidad aún podemos ser categorizados, en el lobby tecnológico, como cyborgs de bajo rendimiento, de baja definición, como lo explican algunos especmobile_phone_evolutionialistas de la High Tech, entre ellos el Testlateniente Elon Musk. Somos seres proclives a la migración de la especie gracias a la tecnología. El hecho de ser de bajo rendimiento en comparación con la máquinas full-equipment que se han ido generando con la experimentación de la Inteligencia Artificial, es debido a que nuestros teléfonos celulares, computadores y otro tipo de dispositivos interconectados extienden nuestras habilidades naturales, pero aún son herramientas periféricas a las capacidades innatas a la biología humana. Son pura instrumentación técnica, aunque con implicaciones de tipo filosófico, si pensamos en el impacto de la realidad aumentada o toda la serie de nuevos universos que se han abierto debido a nuestra relación con el mundo binario, lo que potencia nuestra capacidad para “materializar” la imaginación, nuestra psique, como si estuviéramos dentro Solaris, el filme del aclamado director ruso Andrei Tarkovsky.

Con la adquisición de los equipos técnicos se compra la posibilidad de ser un proto-cyborg. Esta tesis primaria sería el enclave para discutir la posición de lo denominado como “Tercer Mundo” ante la avanzada tecnológica. El problema lo planteo sobre la inquietud de cómo interactuarían las regiones periféricas ante la oleada de migraciones físicas, biológicas, químicas y etc. Un hecho indiscutible es que la capacidad de adquisición de tecnologías en el tercer mundo es más reducida, y casi siempre se adquieren productos de generaciones muy anteriores a las del mercado en el mundo desarrollado. Una aparente excepción a esta norma es el teléfono celular, que viaja de manera rápida, no así los centros de investigación equipados con supercomputadoras como los hay en países que desarrollan tecnologías. 

¿Es un aspecto positivo para la humanidad del mundo no desarrollado el no tener riesgo de transformaciones o están condenados a seguir los devenires de las decisiones de las empresas tecnológicas y ser esclavos análogos  de los seres digitales? Hay todo un mercado que habla sobre el impacto negativo de la tecnología en la vida humana. Las distopías venden como malas noticias, y el cyberpunk se ve como una tendencia para nada amiga al curso del tiempo. De hecho, al día de hoy, en los Estados Unidos la baja de empleos mecánicos se debe a la automatización por medio de la robotización del trabajo, como bien lo ha anotado muchas veces Andrés Oppenheimer, el periodista “Pulitzer” argentino . Es un problema profundo para los choferes de vehículos de todo tipo, bartenders, camareros, cocineros y un gran etcétera. 

5c126a2c717ccParece que al igual que en la películas o libros distópicos, los seres humanos siempre existirán. Vivirán a la par de robots que les ayudarán en sus tareas. La otra vertiente propuesta es que lo robots les dominarán en casi todas las áreas mecánicas o psíquicas. Ahí es donde está el parteaguas de la mercadotecnia del fenómeno aquí tratado. Es difícil pensar en una real simbiosis de tecnología-humanidad sin ser apocalípticos. Creo que la causa de eso es que el análisis es puramente enfocado en los males de nuestra especie, nuestra antropología está cargada de sinsentidos y por eso el porvenir es dudoso e intimidante. Aunque quizá sea verdad que las máquinas podrían generar mejores modelos de futuros, con más y mejor data que un analista que solo ha estudiado una parte de la historia. 

Imagínese una tecnología que haga uso de todos los datos habidos y por haber de las diferentes versiones de la historia humana, de la genética, de la biología, matemática, física, psicología, medicina, etc. Una supercomputadora que nos proyecte de mejor manera los pasos a seguir para un ensamble verdadero y positivo con la High Tech. Ya hay gente tratando de escribir una historia del futuro. Uno de ellos es Yuval Harari o Michio Kaku, un historiador y un físico. De momento hay demasiada paranoia porque no se sabe bien para donde vamos y porque el análisis antropocéntrico no nos permite avanzar sin miedo. No nos concebimos como un estadío de la evolución, sino como producto terminado, y eso es un fenómeno interesante para comprender.