La maquinaria de una sonrisa: bitácora de un día soleado

Foto de portada:: Albert Camus fue un novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y periodista francés nacido en Argelia.

Las tantas formas de arqueo de la boca nos transmiten sensaciones diversas. Pensar en una sonrisa es un asunto interesante, si la intención es comprender la tecnología conectada para generar ese movimiento, que a simple vista es una adorno al rostro.

Sería materia de psicólogos y científicos de la mente realizar las apreciaciones cognitivas de este tema. Para la persona de matemáticas podría bien ser una parábola estampada en la cara ¿Qué dirían los físicos y estudiosos del movimiento de las cosas? ¿Que el movimiento es quántico, en tanto que la sonrisa ocurre en varios sitios a la vez por ser contagiosa, como lo aseveran los comediantes? ¿Es acaso la expresión más notoria del cuerpo en plena expansión después de explotar? Reír es bailar con el hocico (robándole una fórmula mágica a Sabina); Es perpetrar la paz a trompada larga.

Me interesa pensar en los módulos espirituales que se activan al mover los labios, al pelar los dientes. Sería estimulante visualizar el tráfico de las partículas de felicidad en las vías micro- orgánicas, cual cableado torrente de las sensaciones de gozo en un ser vivo. Me pregunto cuales son los circuitos que se activan cuando hay que posar antes de tomar una fotografía. ¿Cuánta masa mueve la boca al emitir ese gesto extraño llamado sonrisa?

He decidido salir a buscar elementos a la calle. Encontré un día soleado, lleno de vida, donde cientos de personas se sientan a lo largo de una calle a disfrutar del sagrado momento de calor. Toda la realidad se compacta y la ciudad se pone densa por partes, en las esquina donde el sol cae. El sistema de partículas colectivas se interconectan unas con otras. Los humanos ahora son una tribu adoradora del sol. El mundo contemporáneo, sentado sin decir palabra, bebiendo cerveza, escuchando música, bailando, hacen lo que antaño otros hacían: adorar y disfrutar de la sagrada estrella central de nuestra galaxia.

Veo que esta realidad, donde chocan todas otras realidad de seres humanos, animales y otras especies vivas, es una fuente generadora de sonrisas. Motor principal del bienestar de la gran nación espiritual llamada sentimientos.

Ver reír a un persona es como contagiarse de gripe. La sonrisa es altamente contagiosa. Una decodificación de sus métodos y sus algoritmos más profundos podría darnos una fuente eterna de energía. Así en momento de necesidad, como de sed, podrías abrir la llave y tomar algo de sonrisa para saciar tu sed de alegría.