
Enfoque natural del origen de la poesía y su composición química
Introducción
Mucha de la conversación científica se da en inglés por ser la lengua franca de negocios y ciencia. Sin embargo, si atendemos a la democratización de la información, es necesario hacer lo posible por difundir los conocimientos y las ideas en todas las lenguas. Yo me siento bien escribiendo en lengua Castellana.
Este ensayo corresponde a mi búsqueda y/o vocación poética con un enfoque que tiene que ver con un aspecto natural y elemental de los componentes poéticos, más que de la estructura elitista / de poder, o el sentimiento aristócrata del poeta y la poesía en la cultura actual.
En mi intención por buscar los orígenes de la poesía, me he embarcado con gran ilusión en el proyecto de reenfocar el asunto poético en mi memoria e imaginación, y quizá con ello logre invitar a otras personas a viajar conmigo. Si es verdad que la poesía es anticipación de alguna cosa, se me ocurre entonces, que quizá Platón tenía razón al referirse a ese llenado de conocimientos que una persona posee antes de nacer, como lo expone en su teoría sobre las reminiscencias. Pueda que sea verdad que aprender es recordar algo que se sabía, pues nuestra mente viene de la fábrica cósmica, del espacio sideral. El aprendizaje es elemental para despertar la curiosidad y tener conversación con los demás.
Ese llenado inicial al que se refiere el filósofo antiguo Platón, podría ser la materia misma que proviene del gran espacio, en donde vive la Dark Matter (Materia Oscura, cosa indefinible aún por los astrofísicos, pero que existe en gran porcentaje en el universo). Lo que trato de sugerir aquí es el hecho de que las reminiscencias platónicas aparecen de nuestros componentes químicos-biológicos, pues estamos hechos de los mismos componentes químicos que los hay en el espacio. Así lo intuyó Platón, aunque estemos en el borde del determinismo esencialista. ¡Cuidado!
Marco Contextual
En el ser humano los componentes químicos más importantes son: Hidrógeno, Oxígeno, Carbono, Nitrógeno. Mientras que en el universo la composición es la siguiente: Hidrógeno, Helio, Oxígeno y Carbono. Aquí una pequeña lista que visualiza los más importantes componentes, según la cantidad de sustancia:
En el ser humano es así:
- Hidrógeno
- Oxígeno
- Carbono
- Nitrógeno
Mientras que en el universo la composición es la siguiente :
- Hidrógeno
- Helio
- Oxígeno
- Carbono
No es raro entonces que nuestro cerebro, me atrevo a imaginar, piense lo que piensa el universo, y luego lo codifique en un lenguaje humano, que al igual que los sistemas numéricos y la ciencias puras, poseen un contenido histórico y cultural. ¡Es maravilloso!
De la poesía, el poeta y el universo
La poesía existe en el universo exterior, en el gran cosmos, al igual que en el universo interior de cada persona. Aunque yo prefiero enfocarme en el poeta, para poder construir una tesis desde la intuición humana, apoyándome en conversaciones de gran contenido poético-científico. Parto de una de las teorías sobre el cerebro, que expone el hecho de que el cerebro crea, construye una versión del universo dentro de sí. Así lo dice soñando el profesor Henry Markram en una TED Conference. Es decir, la gran mente, la conciencia cósmica habita en cada uno de nosotros. Ninguna persona, exponen los sabios en el estudio del cerebro, tiene las mismas cien mil millones de neuronas que otra persona. Todo ser humano posee sus combinaciones propias. No hay dos personas parecidas en ese sentido. Incluso el número de neuronas varía tímidamente. Los seres humanos somos idénticos de fábrica en un 99.9%, y el resto son variaciones que nos hacen ser lo que somos.
Por otro lado, escuchar a Neil deGrasse exponer el hecho de que los componentes químicos que existen en el universo entero son los mismos elementos de los que el cuerpo humano está constituído es para no dormir del asombro. Sin embargo, cada persona tiene un DNA que es su carta de identidad a nivel microscópico. El DNA es es el verso más largo que nuestro cuerpo contiene, dice el experto en genética Carlos López Otín. Y aquí se me ocurre que el ser humano es la gran sinfonía poética en constante movimiento y expansión acelerada.
Todos los seres humanos estamos hechos de la misma materia que el universo. Somo polvo de estrellas, nos explica Neil deGrasse con gran entusiasmo poético, recordando la hermosa intuición de su maestro Carl Sagan y recitando la poética verdadera de Shakespeare.
Sin embargo, no todos hacemos lo mismo o estamos capacitados de fábrica para las mismas cosas. La poesía, por ejemplo, es una de las altitudes más difíciles de escalar, y solo una relación estrecha con los lenguajes estéticos puede acercarnos a los versos expresados en las lenguas que manejamos con propiedad. El poeta es un tipo de materia predispuesta a captar y construir una parte del universo, un ínfimo ángulo de la gran galaxia cósmica. No creo que haya predeterminación poética, pero hay estado mentales y temperamentos proclives al hecho poético. De aquí hay hechores y lectores de poesía.
Se dice siempre que la gran fórmula de Albert Einstein E=mc2 es poética. Quizá por su facilidad de lectura (que no de comprensión técnica), pero es una de las fórmulas más conocidas y recordadas de la historia de la humanidad. Es un verso esotérico, pero fácil de recordar: la energía de un cuerpo en reposo (E) es igual a su masa (m), multiplicada por la velocidad de la luz (c) al cuadrado. Es curioso que el cerebro de este científico alemán pudiera contener una imagen del universo con tanta precisión y amplitud, que aún después de muerto sus teorías son confirmadas. Es un misterio interesante como el poeta-científico Albert Einstein lograra maravillarnos de esa manera. Es una muestra de cómo la poesía nos llega desde el espacio sideral a través de ondas sonoras, audibles sólo al espíritu escalador de grandes altitudes.
En el caso de las ciencias duras y de los sistemas numéricos, han sido un útil invento para capturar la realidad, el caos, por medio de símbolos que dan sentido a la maquinaria natural del universo. No obstante, hay que considerar que las ciencias están en constante evolución y reinterpretación. Es por eso que la verdad científica varía con los años, así como las grandes tautologías culturales en base a esos encuentros y reordenamientos de la ciencia con el caos.
El poeta intuye esa realidad, siendo el río que regresa a la gran mar. La mente poética, instancia de la mente cósmica, poesía en ebullición, convoca al ser sensible, le hace un llamado, con su voz caos-poética, para abrazarle con ideas naturales y poesías esenciales, dándole de regalo la poesía, “ciencia del espíritu” según lo leí en un libro erudito de Jaime Barrios. No me extraña que la poesía cambie, en tanto que sistema humano, así como cambian otros sistemas con verdades inamovibles en un rango de tiempo determinado. ¡Vivamos pues lo esencial: la poesía!
Nota referencial:
Muchas de las ideas contenidas en este ensayo son expuestas por grandes figuras de la ciencia. Es importante anotar que mi intención es hacer una transición hacia la poesía, haciendo lo posible por qué el sueño primario, la referencia esencial se mantenga. Agradezco a la casualidad el hecho de haber encontrado en esos contenidos un momento de gozo y plenitud. Espero que este ensayo logre transmitir esa emoción.