Manual para armar a un marero (II): confinamiento del terrorismo, negocios y pactos con el estado

¿Fueron Las Maras un grupo de choque inyectado a propósito en los países de Centroamérica, con el fin de combatir otros conflictos?

No hay evidencia concluyente de que las Maras hayan sido creadas o apoyadas directamente por algún grupo o gobierno para combatir otros conflictos en Centroamérica. Es cierto que la región ha enfrentado problemas y conflictos políticos, económicos y sociales en el pasado, incluyendo conflictos armados y la presencia de grupos guerrilleros. Sin embargo, las Maras surgieron como organizaciones criminales y pandillas juveniles en los años 80 y 90 en los barrios marginales de las principales ciudades centroamericanas, principalmente como respuesta a la exclusión social, la falta de oportunidades económicas y la violencia en sus comunidades.

Es importante tener en cuenta que las Maras no son organizaciones políticas ni ideológicas, sino más bien grupos criminales que buscan controlar el territorio y obtener ganancias a través de actividades ilegales como la extorsión, el tráfico de drogas y el robo. Aunque algunas pandillas pueden tener vínculos con grupos políticos o delictivos, no existe evidencia de que hayan sido creadas como una “inyección de un grupo de choque” para combatir otros conflictos en la región. Sin embargo, el argumento de la inyección se ha popularizado en la región, dado que existe la sensación de que los Estados Unidos inyectó esta secta criminal para desestabilizar el ambiente, y así poder proponer una serie de políticas de seguridad nacional y geopolítica. 

En cualquier caso, las Maras han sido una fuente de violencia y criminalidad en Centroamérica durante varias décadas y representan un desafío importante para la seguridad y la estabilidad en la región. Es necesario abordar las causas subyacentes de su surgimiento y crecimiento, como la exclusión social, la pobreza y la falta de oportunidades, para abordar eficazmente el problema de las pandillas en Centroamérica.

Negocios entre las pandillas y los gobiernos centroamericanos

Existen varias especulaciones y rumores sobre posibles negocios o acuerdos entre las pandillas y los gobiernos centroamericanos, pero la evidencia concreta sobre esto es limitada y a menudo contradictoria. Algunos informes sugieren que hay políticos o funcionarios gubernamentales que han establecido contactos con las pandillas para obtener su apoyo en las elecciones o para protegerse de las amenazas de otras pandillas. Otros informes sugieren que algunos gobiernos pueden haber utilizado a las pandillas como intermediarios en negociaciones de paz con grupos rebeldes o para obtener información sobre actividades delictivas.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas acusaciones a menudo se basan en rumores o declaraciones no verificadas de individuos o fuentes anónimas, y pueden ser exageradas o infundadas. Además, los gobiernos centroamericanos han negado repetidamente cualquier negociación o acuerdo con las pandillas, y en muchos casos han tomado medidas enérgicas para combatir a estas organizaciones criminales.

En cualquier caso, es evidente que las pandillas como la Mara Salvatrucha y la Mara 18 tienen un impacto significativo en la seguridad y la estabilidad de la región, y es necesario que los gobiernos y la sociedad civil trabajen juntos para abordar las causas subyacentes de su surgimiento y crecimiento, y para combatir eficazmente su actividad delictiva.

Ideología, conjunto de ideas o manifiestos de las maras

Es cierto que las Maras como la Mara Salvatrucha (MS-13) y la Mara 18 (M-18) no tienen una ideología política o religiosa coherente que guíe sus acciones. Sin embargo, estas pandillas sí tienen ciertas características o elementos que las unen y les permiten mantener una cohesión interna.

Por ejemplo, las Maras suelen tener códigos de conducta y reglas internas que deben seguir todos sus miembros. Estos códigos pueden incluir la lealtad hacia la pandilla, el respeto hacia los líderes y los miembros mayores, y la prohibición de cooperar con la policía o las autoridades. Además, las pandillas también pueden tener símbolos y signos que los identifican, como tatuajes o marcas en su ropa.

Además, las Maras también tienen un sentido de pertenencia y camaradería que a menudo se deriva de su origen en comunidades marginales o de bajos recursos. Las pandillas ofrecen a sus miembros una sensación de protección y apoyo en un entorno hostil y peligroso, y pueden proporcionar una forma de obtener respeto y reconocimiento en sus comunidades.

El Presidente Bukele en El Salvador

El Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha implementado varias medidas para abordar el problema de las pandillas en el país, incluyendo la construcción de cárceles especiales para miembros de pandillas. Estas cárceles, conocidas como “Zonas de Intervención y Reorganización” (ZIR), están diseñadas para aislar a los pandilleros de la población general de las cárceles y brindarles oportunidades de rehabilitación y formación laboral.

Las ZIR son administradas por la Dirección General de Centros Penales de El Salvador y cuentan con una serie de medidas de seguridad para prevenir la fuga de reclusos y el ingreso de objetos ilegales. Los miembros de pandillas que son enviados a las ZIR reciben terapia ocupacional, educación y formación laboral, con el objetivo de prepararlos para la reintegración en la sociedad.

Sin embargo, la implementación de estas medidas ha sido objeto de controversia. Algunos críticos argumentan que las ZIR representan una violación de los derechos humanos de los reclusos y que no abordan las causas subyacentes de la delincuencia y la violencia en el país. Además, ha habido informes de abuso y maltrato en las cárceles, lo que ha generado preocupación entre los grupos de derechos humanos.

Aunque la construcción de cárceles especiales para miembros de pandillas es una de las medidas que el gobierno de El Salvador ha tomado para abordar el problema de la delincuencia, su efectividad y legitimidad siguen siendo objeto de debate y controversia.

Cárceles especializadas para confinamiento del terrorismo

El Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) fue construido en tiempo récord, tiene muros electrificados, celdas de castigo, un sistema que bloquea celulares y puede albergar hasta 40.000 reos. El presidente Bukele anunció que servirá para recluir a los pandilleros. “Esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas sin poder hacerle más daño a la población”, afirmó

Para el año 2023 la gigantesca prisión, en una aislada zona rural y dotada de mucha tecnología, es la “más grande de América”, según el gobierno salvadoreño. Construida en un valle a una corta distancia del imponente volcán Chichontepec, en Tecoluca, unos 74 km al sureste de San Salvador, el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), se destaca por rigurosos controles de ingreso.

Con el fin de levantar la cárcel, el Estado compró 166 hectáreas, 23 de las cuales fueron utilizadas para construir ocho pabellones que se encuentran dentro de un perímetro rodeado por un muro de concreto de 11 metros de altura y 2,1 kilómetros, protegido por alambradas electrificadas.

Mareros más famosos

Existen varios personajes o mareros que han sido destacados en la historia de las pandillas en Centroamérica, algunos de ellos son:

  1. Ernesto Mendoza, también conocido como “Smiley”, uno de los fundadores de la Mara Salvatrucha en Los Ángeles.(En la foto aquí mostrada con policía guatemalteca)
  2. Óscar Ramos, alias “El Apache”, quien fue uno de los fundadores de la pandilla Barrio 18.
  3. Carlos Lechuga, también conocido como “El Viejo Lin”, uno de los líderes históricos de la Mara Salvatrucha en El Salvador.
  4. Alexander Mendoza, conocido como “El Porky”, quien fue uno de los líderes de la Mara Salvatrucha en El Salvador y Guatemala.
  5. Jorge Alberto Lobo, alias “El Dread”, quien fue uno de los líderes de la Mara Salvatrucha en Honduras.
  6. Héctor Silva, también conocido como “Diablo”, un exmarero que ha sido un importante investigador y analista de las pandillas en Centroamérica.
  7. Carlos Mojica Lechuga, alias “Viejo Lin”, quien fue uno de los líderes de la Mara Salvatrucha en Los Ángeles y El Salvador.

Estos son solo algunos ejemplos de los personajes y líderes más conocidos de las pandillas en Centroamérica. Es importante destacar que muchos de ellos han sido encarcelados o han fallecido a causa de la violencia relacionada con las pandillas.

Materiales adicionales

Reportajes: 

  1. La Vida Loca” (2008) – Un documental dirigido por Christian Poveda que muestra la vida de las pandillas en El Salvador.
  2. “Mareros en Honduras” (2016) – Un reportaje de Al Jazeera que explora la violencia de las pandillas en Honduras.
  3. “Pandillas en Centroamérica” (2017) – Un estudio de la Universidad de Harvard que examina la historia y el impacto de las pandillas en Centroamérica.
  4. “Las Pandillas en El Salvador” (2020) – Un reportaje de Vice News que examina la situación de las pandillas en El Salvador.
  5. “La guerra de las maras” (2018) – Un documental de DW Español que explora la violencia y el conflicto entre las pandillas en Centroamérica.

Libros:

  1. “El Salvaje” (2009) de Jorge Galán – Una novela que explora la vida de los pandilleros en El Salvador.
  2. “La Mara” (2009) de Silvia M. Giorguli Saucedo – Un libro que examina la historia y las causas del surgimiento de las pandillas en Centroamérica.
  3. “Niños en el Crimen: El surgimiento de las pandillas en Centroamérica” (2006) de William F. Gabriel – Un libro que explora las causas y consecuencias de la violencia de las pandillas en Centroamérica.
  4. Gangland: The Rise of the Mexican Drug Cartels from El Paso to Vancouver” (2012) de Jerry Langton – Un libro que examina la violencia de las pandillas y carteles de droga en México y Centroamérica.
  5. “The Mara Salvatrucha in Los Angeles” (2010) de Tom Ward – Un libro que explora el surgimiento y la historia de la Mara Salvatrucha en Los Ángeles.

Conclusión

Aunque las Maras no tienen una ideología o manifiesto político coherente, sí tienen ciertos elementos culturales y sociales que les permiten mantener su unidad y cohesión interna. Sin embargo, es importante señalar que estas características también son una fuente de violencia y criminalidad, y representan un desafío importante para la seguridad y la estabilidad en Centroamérica y otras partes del mundo.

La capacidad de las cárceles en El Salvador ha sido limitada en relación a la cantidad de reclusos, lo que ha llevado a problemas de hacinamiento y sobrepoblación. Este problema ha sido una fuente de preocupación para los grupos de derechos humanos y ha planteado desafíos significativos para la administración de justicia en el país, por lo que nuevos proyectos han surgido en los últimos años. 


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