Introducción
La idea de tradición se refiere a la acumulación, una reunión de artefactos (3) del pasado al presente en un largo período de tiempo. En términos culturales, esos artefactos pueden tener la forma de un discurso, una visión estética o una forma de abordar problemas comunes. Este ensayo considera el uso de la historia para comprender nuevas realidades construidas sobre ideas y técnicas ya establecidas en las artes y las ciencias, dando lugar a una era moderna.
La poesía de Charles Baudelaire
El poeta Charles Baudelaire está frente a eventos que conducen a cambios importantes en la sociedad francesa de su tiempo, y eventualmente en todo el mundo al comenzar una transformación a los tiempos modernos. A saber, los acontecimientos revolucionarios que en 1848 “derrocaron al Rey Luis Felipe e instalaron la Segunda República” (1) y “la resistencia al golpe militar bonapartista de diciembre de 1851” (1).

Debido a estas acciones en la sociedad, Baudelaire ve una potencialidad para reaccionar ante la nuevas ola de personas, las nuevas formas de vida, las nuevas costumbres arquitectónicas y culturales que acaban de transformar París, un fenómeno generalmente conocido como la Haussmannización de París. Antes de los cambios, las personas solían conocerse alrededor del área y se reunían dentro de sus propias pequeñas comunidades, sin alejarse de allí. Las nuevas actividades radicales aceleraron la dinámica social, donde la gran masa de personas tenía menos tiempo para verse o hablar entre ellas en las calles, tal como se solía hacer en las pequeñas ciudades.
Esta reacción se ve en la poesía de Baudelaire al acercarse a las nuevas olas y tipos de personas que no se habían visto antes. Hay un sentido de conversación sobre la historia que él conoce y la historia que cambia a un nuevo lugar. La posibilidad de encontrar nuevas monstruosidades y la profunda pobreza entre las personas golpea al poeta para enfrentar la inesperada voluntad de estar lo más cerca posible del fenómeno, abrazando la multiplicidad del mundo moderno. Como diría en su poema XXVI: Los ojos de los pobres en el Spleen de París (2) cuando se refiere a la nueva atmósfera de un París moderno “Toda la historia y la mitología complacen a la gula”.
Con los argumentos expuestos aquí, observamos al Poeta francés mirando el catálogo de situaciones históricas para reflexionar sobre ellas y construir nuevas perspectivas para el futuro de las artes. Por ésto es importante comentar que Charles Baudelaire es una parada obligatoria en el mundo de lo sensible.
El psicoanálisis de Sigmund Freud
A fines del siglo XIX una Viena cultural intensiva le da un lugar al padre del psicoanálisis para desarrollar sus influyentes técnicas de comprensión mental. Comprometido con el estudio del deseo y sus represiones, Freud propuso a sus clientes, como psicoanalista, que le contaran historias sin pensar mucho al hablar, y al hacerlo, las personas revelrían sus deseos antes de tener la oportunidad de detectarlos. El objetivo de estas prácticas es superar esos factores que reprimen a las personas. Esta técnica se llama “asociación libre” (4) y es una fase posterior a la hipnosis en el desarrollo científico de Freud.

Al interpretar el significado de las historias, Freud comienza a pasar de la terapia psicodinámica al psicoanálisis moderno. Él piensa que las personas recuerdan deseos en los que no pueden actuar, por lo tanto, cree que esas personas realmente sufren del pasado, de la historia. Aquí está el punto clave sobre cómo el elemento historia y sus reminiscencias se vuelven centrales en el freudianismo. Entonces, una vez que una persona entiende la historia, las posibilidades de disfrutar la vida y evitar la histeria son mucho mayores. Es en el pasado donde permanece la comprensión de nuestros deseos, entonces al conocer ese pasado podríamos interpretar los deseos para vivir mejor. Él es claro al escribir en Civilización y sus descontentos “es imposible pasar por alto el grado en que la civilización se basa en una renuncia al instinto” y precisamente esa renuncia a los deseos como instintos humanos es lo que hace que las personas estén insatisfechas. Esta negación nos hace más agresivos día a día. Es posible renunciar a algunos deseos, pero no a todos.
Otro argumento clave en la mirada de Freud es que volvernos más civilizados, un problema del mundo moderno, hace que nuestros ideales se separen de nosotros. Nos volvemos contra nosotros mismos. Freud plantea la idea de que reducir el sufrimiento es el propósito de la vida: sufrimos de nuestro cuerpo, del mundo externo y por otras personas, razón por la cual es necesario comprender e interpretar esas realidad para ser menos afectados en el contacto cotidiano con ellas.
Freud nos ofrece una forma de pensar sobre la historia de nuestros deseos, para que podamos ser conscientes de cómo nos hacemos sufrir, y en lugar de utilizar el consuelo para ocultar los problemas, usemos la comprensión para solucionarlos para vivir mejor.
Conclusión
Tanto Charles Baudelaire como Sigmund Freud son figuras modernas. Ambos buscan el pasado para dar vida a nuevas perspectivas para avanzar hacia un futuro mejor.
El Siglo XXI tiene sus particularidades en términos de fenómenos sociales: sociedad a toda velocidad, conflictos de género, un mundo virtualizado y extemadamente controlado por el mercado del miedo. Por eso ver los referentes y sus innovaciones en el pasado, como ejercicio de recorrido de la historia, nos ayuda a buscar soluciones de manera creativa y en conjunto.
Referencias
(1) https://www.britannica.com/biography/Charles-Baudelaire
(2) https://muse.jhu.edu/chapter/7789
(3) https://en.wikipedia.org/wiki/Cultural_artifact
(4) https://www.revolvy.com/page/Free-association-(psychology)?cr=1
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