Una revisión de las ideas del filósofo Anthony Appiah.
Ya desde finales del siglo XX el término globalización [2] da esperanza a una cierta apertura hacia la idea de que las personas pertenezcan al mundo como tal, en lugar de pertenecer estrictamente a una parte específica de ese globo. Compartir la moralidad entre una comunidad unitaria, independientemente de dónde estén los orígenes de las personas, es lo que podría considerarse cosmopolita, un ciudadano del mundo [1].
Otro aspecto importante de un mundo global es el hecho de que las personas se mudan a otras partes del mundo para brindar servicios profesionales y especializados, y en muchos casos las personas deciden permanecer en esos lugares ya que ofrecen mejores condiciones de vida que el lugar original. Sin embargo, grupos masivos de personas a menudo migran debido a diversas circunstancias, no siempre dispuestos a hacerlo. Por lo tanto, es importante recordar que la globalización no es solo un mercado libre, sino un fenómeno que implica problemas complejos humanos.
Este ensayo observa a dos figuras consideradas cosmopolitas en términos que el filósofo Anthony Appiah expone en sus prolíficos trabajos sobre el cosmopolitismo. De tal manera que el esfuerzo adicional del artículo es tomar a la figura de Ludwig Wittgenstein y Karl Marx, para explorar sus conceptos al rededor de lo cosmopolita y entablar un diálogo a tres bandas, para determinar si estos puntos de vista se acercan.
La fusión de ideas como práctica para nuevos entendimientos
Para los cosmopolitas somos responsables colectivamente, así como somos diferentes, y eso es perfectamente bueno, como dice Apphia . No se trata de ser universalistas en el sentido de que tenemos que ser iguales o forzar al otro a ser lo que soy. La diferencia debe seguir siendo un elemento importante de la identidad de las personas, pero debemos intercambiar ideas sobre lo que está bien y lo que está mal para la humanidad. Es una forma de acumular conocimiento y compartir contextos para comprender mejor nuestra responsabilidad en el mundo.
«Los cosmopolitas piensan que la variedad humana es importante porque las personas tienen derecho a las opciones que necesitan para moldear sus vidas en sociedad con otros [3]». o cuando dice «queremos preservar una amplia gama de condiciones humanas porque permite a las personas libres la mejor oportunidad de hacer sus propias vidas. No hay lugar para la aplicación de la diversidad atrapando a las personas en una especie de diferencia que anhelan escapar [4]»
Es importante tener en cuenta que Appiah no está hablando del multiculturalismo, sino de una persona que puede tener relaciones sólidas con diferentes tradiciones y en lugar de estar arraigada o esencialmente determinada de una manera difícil a una tradición exclusiva y original solo por haber nacido en un lugar determinado.
El Caso Wittgenstein
Integrarse a otras tradiciones amplía el contexto en el que hablamos, y logramos entonces expresar ideas que pertenecen a otros ambitos específicos y ampliar la mirada nombrando otras formas de vida, como lo podría explicar Wittgenstein al respecto del uso del lenguaje, ya que él apela a la práctica de conocer lo más posible de otros contextos para comprender completamente lo que estamos diciendo. Se compromete a clarificar el lenguaje ordinario, la forma en que nos hablamos. Combina las diferencias para crear un conjunto de contextos más amplios para definir la realidad toda.
Ésto último es relevante ya que a la perspectiva de Appiah puede bien integrársele el cuerpo conceptual de Wittgentein, debido a que es un autor de gran influencia en el mundo de las ideas, y propone un cosmopolitismo al afirmar que el contexto de una palabra es lo que le da significado, pero una vez sacado de ese contexto, pierde ese significado. Una palabra toma la forma en que la empleamos en nuestra vida diaria. Por lo tanto, las palabras no son realidad, sino que toman contenido a través del uso de ellas en esa realidad. Ésto se expuso así: «Desde que me parece a mí, o a todos, que es así, no se asegura que sea así. Lo que podemos preguntar es si tiene sentido dudarlo [5]».
El Caso Marx
Otro caso paradigmático para integrar al globalismo cosmopolita podría ser Karl Marx, cuyo edificio de ideas es una colección de sistemas de pensamiento para comprender la modernidad, combinando sustancias de la filosofía alemana, la economía inglesa y el socialismo francés, con una fuerte presencia de la dialéctica de Hegel, donde la historia resuelve los conflictos de tesis y antítesis a través de una síntesis constante. Toda esa mezcla de ideas y puntos de vista es lo que lo le convierte en una persona que está aprovechando las diferencias como una forma de construir una nueva comprensión de la realidad, al estilo del cosmopolita en la visión de Appiah.
Una de las mayores manifestaciones de conflicto en las sociedades es la falta de protocolos de comunicación funcional, no solo intercultural sino generacional dentro del mismo espacio geográfico. No es solo el lenguaje en sí, sino un entremado de referencias y paradigmas en la cultura y su historia, que no necesariamente se amistan. Estas diferencias hacen que el mundo se concretice en bloques de aliados, los cuales pugnan constantemente para imponer las ideas de su tribu a los demás, y en general eso requiere del uso de la fuerza.
Conclusión
Este breve ensayo toma como casos paradigmáticos a dos autores de gran influencia en el mundo de las ideas, y así hacer anotaciones sobre el enfoque del cosmopolitismo desde la mirada del filósofo Anthony Appiah. Se intenta pues teorizar para suscribir a esa visión tanto a Ludwig Wittgenstein como a Karl Marx, debido a las fusiones de las diferentes fuentes y contextos que estos dos autores usaron para construir un fuerte corpus de ideas que permanecen vivas hasta este punto, al comienzo del siglo XXI.
De todo lo anteriormente planteado se concluye que podemos vivir juntos una vez que reconozcamos la importancia de los demás y estemos de acuerdo en, al menos, algunas creencias comunes aunque en desacuerdo en otra no tan comunes. En síntesis, una moral compartida y lo más amplia posible.
Nota 1: Las ideas respecto a los autores planteados como ejemplos han ido fluctuando y sufriendo el desgaste natural de todo sistema. Su incursión aquí fueron a manera de caso de uso estrictamente.
Nota 2: Este artículo fue primero presentado en inglés. En esta traducción al español el texto original ha sufrido modificaciones. Las referencias persisten en su versión en inglés sin modificación.
- Cosmopolitanism https://plato.stanford.edu/entries/cosmopolitanism/
- Globalization https://plato.stanford.edu/entries/globalization/
- Ethics in a World of Strangers (2006), Anthony Appiah
- The Case for Contamination, Anthony Appiah
- On certainty, Ludwig Wittgenstein, http://critique-of-pure-reason.com/notes-on-wittgensteins-on-certainty-1/